El clown no es un hombre vestido de veinte colores distintos con un maquillaje horrible, que grita, hace tonterías y entretiene a los niños... Un clown somos cada uno de nosotros, porque un clown es ese niño que todos hemos sido y hemos querido borrar por exigencias del guión. En este taller no pretendemos crear grandes actores ni grandes payasos de cumpleaños, lo que queremos es que las personas descubran que los defectos que tenemos pueden salvarnos la vida, porque gracias a ellos podemos reírnos hasta reventar, y si reímos qué más queremos.
El taller consta de 12 sesiones teórico prácticas en las que se verán temáticas de teatro, globoflexia, magia y dinámicas con niños entre otros.