El huaso sigue al padre del director, Gustavo, un chileno de 58 años que vive en Canadá junto a su familia y que al enterarse que podría ser diagnosticado con Alzheimer, la misma enfermedad que sufrió su madre, evalúa terminar con su vida, intención que comunica a su familia.
El realizador registra las consecuencias de este propósito, construyendo un film atrevido y sincero, que ya ha recorrido más de 30 festivales internacionales.
Para Carlo Proto, el documental invita a reflexionar sobre múltiples cosas: "lo que pierdes cuando emigras a otro país, no solamente a tu familia sino también tu patria, tu identidad. Junto con ello, qué transmites al interior de una familia de padre a hijo, generación tras generación." Y agrega: "El huaso es una metáfora sobre el chileno, que esconde sus heridas y dolores, lo cual lo empuja hacia abajo. En la cultura latina está arraigada la idea de que el hombre no debe llorar ni mostrar sus miedos, y esta película confronta eso".
En el documental, cada integrante tiene una vivencia y perspectiva diferente sobre el conflicto central. "El público se identifica con uno u otro personaje", explica el director. "Mi papá, mi mamá, mis hermanas y yo, somos todos muy diferentes, con puntos de vista firmes frente a la situación".
El estreno de El huaso en las salas MiraDoc conectará al cineasta con su lugar de origen. "Me siento muy agradecido cuando la gente acude a ver una pieza de cine que es emocionalmente desafiante", reconoce Carlo Guillermo Proto. "Mostrar el film a lo largo de Chile es un sueño hecho realidad. Soy de la V Región y tener un estreno comercial allí, así como en el norte y sur de Chile, es algo que tanto a mi familia como a mí nos tiene muy entusiasmados."