Obra de teatro basada en la novela del mismo nombre, escrita por Hernán Rivera Letelier.
"Los trenes se van al purgatorio" es un espectáculo en el que cohabita el teatro, la danza y la música, elementos que narran el viaje de una locomotora que va atravesando la pampa, el desierto más triste del mundo; sin más destino que el mismo espejismo.
Una adivina, un acordeonista, una ramera, una ciega que vende peinetas, un maniático enganchador, una inocente niña, excéntricas hermanas, una triste viuda e incluso el mismo Cristo del Elqui, recorren los vagones del tren cargados de misterio, propio de los desolados parajes por los cuales atraviesa la negra locomotora, lugar en el que se producen inesperados enfrentamientos y estremecedoras revelaciones.
La obra termina deshaciéndose ante las narices del espectador, convirtiéndose en un verdadero espectro al igual que la locomotora negra que corre en las líneas oxidadas de su memoria.
Dirección: Leonardo Iturra
Adaptación: Gonzalo J. Ramírez
Vestuario: Susana Silva Poblete
Diseño escenográfico: Rodrigo Andrade
Composición musical: Job Sebastian Cariaga Cano, Diego Hernan y Hernán Valenzuela