Teatro EL ROSTRO celebra 36 años con "Los grillos sordos" La temporada se cumplirá durante los días domingo (9-23- 30 de Noviembre y 7 de diciembre) en la sala de la UCSC. Uno de los textos dramáticos más exitosos dedicados al público infantil y familiar, es el que llevará a escena la compañía de Teatro El Rostro en la sala de teatro del Centro de Extensión de la UCSC, campus San Andrés, Alonso de Ribera 2850, los días domingo 9, 23 y 30 de Noviembre y domingo 7 de diciembre, a las 12 horas. Se trata de "Los Grillos Sordos", de Jaime Silva con música basada en Luis Advis. Con este ciclo de funciones, EL ROSTRO cumplirá sus 36 años de vida en la escena penquista, celebración que en rigor, es el 27 de noviembre. Justo ese día, en el año 1978, debutaba el elenco independiente penquista en el Teatro Concepción, con la comedia "Amor a la africana", de Isidora Aguirre, iniciando una ininterrumpida labor de extensión teatral hasta la actualidad. Cada domingo de noviembre, se representará la obra de Jaime Silva "Los grillos sordos", cuyo montaje es dirigido por Ximena Ramírez Grandi, Premio Regional de las Artes Escénicas (2002) y Premio Municipal de Arte 2010. La puesta en escena cuenta con el siguiente reparto: Mercedes Gutiérrez, Natalia Torres, Julio Muñoz, Alfredo Marín y Gustavo Sáez. El equipo técnico está integrado por Tania Ortiz, asistente de dirección; Carla Pino, escenografía; Susana Silva, vestuario y Gustavo Marín, sonido; Víctor Muñoz y Hugo Aguilera, confección de utilería. La obra de Silva cuenta con música basada en Luis Advis, cuya interpretación está a cargo de Paula Contreras y Alfredo Marín, grabada por Héctor Carrión. "Los Grillos Sordos" corresponde a una forma singular de teatro para niños en Chile, pues dejando de lado los temas tradicionales de la literatura infantil, intenta un planteamiento de problemas y situaciones que están al alcance de la captación del público para el cual está destinado. Enfrentar al niño con la realidad-actual-circundante; prepararlo, en cierto modo, para que más tarde, sepa tomar una posición de conciencia frente a ciertos problemas y al mismo tiempo estimular su imaginación, es la línea buscada en este cuento del dramaturgo chileno Jaime Silva. Se trata de reunir el mundo mágico con el mundo objetivo. Grillos y Hormigas son, bien lo sabe el niño, personajes humanos. Y esta forma bajo la cual juegan en la fábula es la que les da la dimensión fantástico-poética.